En Louvigny, una pintoresca localidad cerca de Caen, en la región de Calvados, Francia, las autoridades locales han vuelto a poner a prueba la eficacia de los Geodesign Barrier, conocidos localmente como Aqua Barriers, como parte de sus estrategias continuas de gestión de inundaciones. Estas barreras, fundamentales en la defensa del municipio frente a posibles inundaciones centenarias, fueron sometidas a condiciones meteorológicas exigentes esta semana, reforzando así la preparación de Louvigny ante el aumento del riesgo de inundaciones.
El sistema se extiende a lo largo de 500 metros, abarcando tanto terrenos públicos como privados, incluidas zonas que albergan infraestructuras críticas como escuelas. Las barreras están diseñadas para elevar la cresta del dique existente en 1,50 metros, lo que mejora significativamente la protección frente a eventos de inundación severos, previstos con una frecuencia de una vez cada cien años.
Durante las pruebas bienales, que comenzaron el lunes y concluyeron el viernes, las autoridades —incluido Patrick Ledoux, alcalde de Louvigny— realizaron una demostración del montaje y desmontaje del sistema. "Es un ejercicio esencial para garantizar que nuestros equipos estén bien preparados y para verificar la integridad de las barreras", afirmó Ledoux.
El sistema, altamente resistente, cuenta con soportes metálicos y paneles recubiertos con una membrana impermeable lastrada, lo que garantiza estabilidad y resistencia frente a los elementos. Un equipo de 15 operarios municipales participó en la instalación de las barreras, las cuales se almacenan en las inmediaciones para un despliegue rápido.
Jacques Chapelière, teniente de alcalde encargado del medio ambiente, destacó los rigurosos sistemas de alerta implementados, señalando que se inician evacuaciones cuando los niveles del agua alcanzan umbrales críticos previamente definidos. "Vigilamos de cerca los niveles del agua en Thury-Harcourt, río arriba. Las barreras se despliegan cuando el nivel alcanza los 2,60 metros, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas locales", explicó.
El último despliegue real tuvo lugar tras la tormenta Dirk, que provocó importantes inundaciones en Bretaña. A pesar de los desafíos, las barreras resistieron, y el agua se detuvo a solo diez centímetros del rebasamiento.
El sistema Aqua Barriers no solo demuestra cómo la adaptación local de tecnologías globales puede ayudar a gestionar riesgos de desastres naturales, sino que también subraya la importancia de las pruebas periódicas y la preparación comunitaria en una época marcada por el cambio climático y la creciente imprevisibilidad del clima.
Aunque en ocasiones los residentes se sienten incómodos por la presencia física de las barreras y los cambios en el paisaje local, expresan una clara preferencia por la seguridad y las medidas preventivas. "Vivimos con la tranquilidad de saber que estas barreras están aquí para protegernos, y aunque esperamos no verlas nunca puestas a prueba en una inundación real, reconforta saber que están preparadas", comentó un vecino de la zona.
A medida que evolucionan los riesgos de inundación, Louvigny se consolida como un modelo de gestión eficaz contra inundaciones, combinando innovación en ingeniería con preparación práctica para proteger a sus ciudadanos y su patrimonio frente a futuros desastres relacionados con el agua.
